El estilo visual de Trainspotting en su momento fue algo nuevo, una manera diferente de hacer cine, criticada en ocasiones, pero las críticas que recibió más que estar correctamente fundamentada se trataba de críticas basadas en el temor a lo desconocido, en el rechazo a lo nuevo, marca una nueva manera de hacer cine heredada de La Naranja Mecánica, llegando a crear así un nuevo clásico.
La iluminación de las escenas tiene características especiales, principalmente cuando las localizaciones son los interiores de sus pisos, generalmente se tiende a una iluminación rojiza, y ya que la iluminación de una escena no la componen tan solo sus focos de luz, si no también los elementos que la reflejan cabe destacar este color sobre los demás, aunque en algunas ocasiones también utiliza verdes o azules.
La iluminación característica de las discotecas es típica con diferentes colores llamativos, corta duración de la exposición, flasheados sobre fondo negro…
Y es importante destacar la iluminación de los bares que tiende a ser escasa, lugubre, con un efecto de niebla emulando el humo concentrado del tabaco.
En cuanto a la composición de planos, es donde encontramos el verdadero estilo innovador de Trainspotting, es en este punto donde se pueden encontrar las verdaderas originalidades del director y fotografía, utilizando numerosos planos a ras del suelo, en contra picado, panorámicas verticales de 180 grados, planos detalle muy llamativos, planos subjetivos… Se puede resaltar el uso de la cámara fija, generalmente con extrañas angulaciones, y el ritmo frenético de planos, llegando a ser prácticamente videoclipero en algunos aspectos.
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